Lorca: El Taller Municipal de Restauración de Lorca realiza una intervención en el Cristo de la Misericordia de Paso Morado
La escultura, creada por Isabel Biscarri Cuyás, preside la capilla mayor del Calvario que sale cada Miércoles Santo para ser transportada en un vía crucis penitencial nocturno hasta el Carmen.
La imagen mostraba fracturas y grandes grietas estructurales debido al movimiento de la madera, comprometiendo la integridad de la estructura.
Fulgencio Gil Jódar, alcalde: “El Cristo de la Misericordia requirió una intervención urgente que logró impedir que avanzaran los cambios que presentaba”
Jueves 31 de Octubre de 2024. El Santísimo Cristo de la Misericordia de la Cofradía del Cristo del Perdón, Paso Morado, fue objeto de una intervención en el Taller Municipal de Restauración de la Concejalía de Empleo. La restauración de la imagen fue informada por el alcalde, Fulgencio Gil Jódar, quien destacó que «el Cristo de la Misericordia requirió una intervención urgente que logró impedir que se siguiera avanzando en las modificaciones que presentaba».
La escultura, creada por la escultora Isabel Biscarri Cuyás, está fechada en 1944. “Está realizada en madera de pino rojo, pinturas al óleo y cola orgánica. La técnica utilizada para su creación es una escultura en madera tallada y policromada, de 180 centímetros de alto por 175 centímetros de ancho”, detalló el alcalde.
El Cristo de la Misericordia es una de las imágenes titulares de la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón. “Preside la capilla mayor del Calvario, que sale cada Miércoles Santo para tomar un vía crucis penitencial nocturno hasta la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen”, añadió.
Respecto al estado inicial de conservación de la imagen, el alcalde explicó que «los técnicos que la procesaron informaron que presentaba pérdida de volumen por fracturas o abrasión de las manos y zonas expuestas. Repintado generalizado e inadecuado con pinturas acrílicas retocadas y suciedad generalizada. A esto se suman fracturas y grandes grietas estructurales por movimientos de la madera y delaminación, comprometiendo la integridad de la estructura. Y desprendimientos de engranajes en grandes áreas del sustrato. Pérdida de grandes lagunas en policromías y estucos originales, con barnices oxidados.
La intervención consistió, como hemos argumentado, en documentar la obra a nivel histórico, cultural y simbólico. “Estudio de patologías, mediante catas, técnicas fotográficas y análisis organolépticos. La prueba de limpieza demostró que previamente se había realizado un repintado general de todas las superficies de la imagen utilizando aerógrafo y pintura acrílica. Este procedimiento enmascaró la policromía original de las encarnaciones, los hematomas y manchas de sangre originales, de modo que se levantó la gruesa capa, preservando la policromía original.
Y agregó que “se realizó cosido de huecos estructurales abiertos y profundos mediante encolado, fijación de elementos desprendidos y embolsados, reintegración de aparejos con colas orgánicas y reintegración cromática con pinturas al óleo y tratamiento final con barniz protector mate”.
Finalmente, Gil Jódar quiso destacar la labor del Taller Municipal de Restauración. “Se restauran, conservan y ponen en valor constantemente el patrimonio de Lorca, pero especialmente las cofradías de Semana Santa, como es el caso que nos ocupa este jueves. Su trabajo es excepcional, evitando muchas veces otros deterioros o anomalías que puedan sufrir las piezas. Y siempre aplicando procesos reversibles, de modo que se puedan restaurar exactamente a los mismos estados iniciales para aplicar nuevas técnicas en el futuro.
Fuente de la imagen: www.lorca.es
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