Economía: Boletín económico tercer trimestre 2023. Murcia afronta un suavizamiento del ciclo
Esta dinámica está prácticamente generalizada en todos los sectores de actividad, aunque en distintos grados. A veces es el resultado de su propia inercia reciente. En otros, ha sido impulsada por condiciones externas. En este último caso, está la producción agrícola, que se vio afectada en verano por temperaturas más cálidas de lo habitual y por algunos episodios de granizo, que tuvieron efectos devastadores en determinados cultivos. No son mucho mejores las previsiones de otoño -donde las anomalías térmicas causan importantes daños a limones y hortalizas- ni las de medio plazo -en el que un hipotético corte en el caudal del trasvase Tajo-Segura podría provocar pérdidas tanto en producción como en empleo-. . . Por su parte, la actividad industrial murciana registra el peor comportamiento de las distintas autonomías, con descensos globales de dos dígitos hasta septiembre. Estos se explican por el mal comportamiento del sector energético y de diversas ramas manufactureras, incluida la química, en un futuro inmediato sobre el que existe incertidumbre ligada al impacto directo e indirecto que tendrá el cierre de líneas de producción de determinadas empresas multinacionales en el territorio. .regional. En los otros dos sectores la situación es más diversificada. En el sector de la construcción, los niveles de obra pública se mantienen elevados, debido principalmente a las licitaciones del AVE entre Murcia y Lorca, mientras que se nota cierto agotamiento en la variante residencial. En el sector terciario, los resultados favorables del verano para el turismo se ven eclipsados por la debilidad del comercio y el transporte de mercancías.
Para el año siguiente, las previsiones indican una nueva moderación del crecimiento regional, debido principalmente a factores exógenos, como el debilitamiento de la economía europea -principal destino de las exportaciones murcianas, los elevados tipos de interés- que afectan al consumo familiar y a la inversión empresarial y el empeoramiento de tensiones geopolíticas. Sin embargo, a corto plazo no hay riesgo de recesión en la Región de Murcia, a diferencia de lo que está sucediendo en algunas grandes potencias europeas, aunque ciertos factores podrían dar lugar a sorpresas positivas, como la demostrada resiliencia regional, el ligero alivio de las presiones inflacionarias, o el repunte del ritmo de creación de empleo observado en los últimos meses. Entre los factores que podrían agravar la desaceleración se encuentran el elevado déficit público -debido en gran medida al injusto sistema de financiación-, la gestión desigual de los fondos europeos, la creciente deuda comercial -que asfixia a los empresarios de la Administración-, la inexistencia de un plan industrial – que podría verse agravado por los recortes anunciados en las políticas de planificación económica y la repentina caída de las inversiones en infraestructuras por parte de la Administración Regional (30% hasta septiembre).
Finalmente, la incertidumbre a nivel nacional hace que los inversores no confíen en España, situación que debemos poner remedio de inmediato.
Fuente de la imagen: croem.es
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