Lorca: El alcalde de Lorca pide la »limpieza del cauce del río Guadalentín» con motivo del 50 aniversario de la riada de 1973
Gil Jódar volvió a reclamar la construcción de las presas de Béjar, Nogalte y Torrecilla y del canal de evacuación de la Rambla de Biznaga
Señaló que uno de los principales factores que incidió negativamente en esta inundación fue «la acumulación masiva de árboles y maleza en el lecho del río, problema que persiste».
El 19 de octubre de 1973 trece lorcas perdieron la vida en un fatídico día en el que el Guadalentín registró un caudal cercano a los 3.000 metros cúbicos por segundo y una altura de diez metros.
19 de octubre de 2023. Este jueves se cumplen 50 años de uno de los peores desastres naturales que azotó la localidad y la región. El 19 de octubre de 1973, trece lorcas perdieron la vida en nuestro municipio, día fatídico en el que el río Guadalentín registró un caudal de agua cercano a los 3.000 metros cúbicos por segundo (como algunos tramos del río Orinoco) y un desnivel de 10 metros.
“Estamos hablando de un acontecimiento que tuvo un notable impacto socioemocional en la memoria colectiva de nuestro municipio y constituye un referente para generaciones de vecinos de Lorca”, afirmó el alcalde, Fulgencio Gil Jódar.
Como consecuencia de esta inundación -esto supuso- un 20 por ciento de la superficie del casco urbano “quedó inundada por el agua y las pérdidas económicas se estimaron en 1.964 millones de pesetas. Se registraron daños muy graves en las curtidurías, el tejido comercial, las infraestructuras públicas y el sector agrícola y ganadero. La respuesta de todas las fuerzas de seguridad, servicios de emergencia y soldados del antiguo Regimiento de Infantería 13 de Mallorca quedó grabada para siempre en el corazón y el alma de Lorca.
La magnitud de la catástrofe impulsó al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, MOPU, a acometer la elaboración de un Plan General de Defensa contra Inundaciones, que vería la luz en 1977, y cuyas principales actuaciones serían que Lorca realizara obras en canalizar el río y ampliar las murallas defensivas aguas arriba y aguas abajo de la ciudad (que se construirán en los años 1980).
Y al iniciarse las actuaciones constructivas de la cuarta presa del embalse de Puentes, con mayor capacidad que la anterior, mayor altitud y sistemas de regularización mucho más modernos, una intervención que sirvió también para limpiar el tarquín acumulado que había provocado una reducción significativa en la capacidad de almacenamiento de agua.
La necesidad de construir Puentes IV se vio acentuada por las inundaciones de 1986 y 1987, que llevaron a la elaboración del Plan de Defensa contra Inundaciones en 1987, que dio luz verde definitiva a este proyecto. La estructura fue inaugurada en el año 2000, con capacidad para detener una inundación con una fuerza el doble que la de 1973. Su fuerza fue contrastada durante las inundaciones de 2012.
La principal causa reportada en su momento por el Ayuntamiento fue la falta de preparación adecuada del cauce del río, ya que se encontraba al mismo nivel de las calles del barrio San Cristóbal e incluso más alto que algunas zonas de Santa Quiteria y San Diego. .
A esto se sumó como factor determinante la ausencia de muros de protección adecuados en ambas márgenes del río, obra que habría sido fundamental para impedir el paso del agua hacia los barrios y habría permitido canalizar esta agua de lluvia de forma natural y buena dirección. .
El impacto muy negativo fue también «la acumulación masiva de árboles y maleza en el lecho del río, circunstancia de la que parece que algunos aún no son conscientes, pues a día de hoy el problema persiste y el lecho del río ofrece sus peores momentos». apariencia jamás vista. “Estas últimas décadas”, afirmó Fulgencio Gil Jódar.
Es, insistió, una situación que “venimos denunciando desde hace mucho tiempo, pero no han puesto ningún remedio. Este 50 aniversario sería una muy buena oportunidad para que la CHS limpiara el cauce del Guadalentín, aunque se deje llevar por el recuerdo de este episodio histórico.
Por parte del Ayuntamiento, ha destacado, queremos «fomentar la concienciación sobre los riesgos en caso de inundaciones, repasando nuestra historia y difundiendo cómo las infraestructuras implementadas en todo el municipio para defenderse de las inundaciones tuvieron un efecto muy positivo para la población». los ciudadanos.
La lección que nos dio el agua con la riada de 1973 -enfatizó- permitió la construcción de múltiples infraestructuras, un factor positivo que «contrasta con la realidad que vive nuestro municipio a raíz de la riada de 2012». del gobierno central está muy lejos de lo que se propuso hace décadas. Los ciudadanos tienen la sensación de que no se ha aprendido nada y yo mismo lo comparto”.
La respuesta, argumentó, “deja mucho que desear”. Once años después seguimos reclamando actuaciones tan evidentes como la reducción de las presas de Béjar, Nogalte y Torrecilla y el canal de evacuación de la Rambla de Biznaga, que sigue en el aire sin haber avanzado”.
La diferencia en la respuesta entre las inundaciones de 1973 y 2012 “es espantosa, imprudente y perjudicial para nuestra comunidad. En lugar de reaccionar como hace 50 años, articulando soluciones y ejecutándolas, la planificación hidrológica del Ministerio de Medio Rural y la Confederación Hidrográfica del Segura ha cancelado la construcción de las presas previstas en los bulevares de Nogalte y Torrecilla para proteger a nuestros vecinos de devastadoras efectos. inundaciones”, dijo Gil Jódar.
La tercera presa prevista, la que afecta a la comarca de Béjar, sigue siendo un “ya veremos”. En el citado proyecto no se hace ninguna referencia al llamado plan de limpieza del bulevar anunciado hace varios años, mientras que el canal de evacuación que se iba a construir en el bulevar Biznaga y que constituye la gran obra para evitar la entrada de agua, permanecerá una presa en estos barrios, ya nos dicen que tendrá que ser más pequeña y «más bonita», con «criterios verdes», y además está todavía en el limbo.
Finalmente, pidió a algunos reflexionar “sobre los hechos a los que me refiero, tomar nota de ellos y ofrecer a los habitantes de Lorca las soluciones que se merecen. Por el momento, esto sigue siendo una cuestión pendiente.
Fuente de la imagen: www.lorca.es

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