Medioambiente: EXPERIENCIAS PRECURSORAS DEL BOSQUE ROMANO. 2da HISTORIA.


Conociendo el bosque de sabinares de las canteras romanas de Cartagena, un modelo de reforestación que continuará con el proyecto del Bosque Romano.

ANSE entrevista a Ramón Navia FOTO: Pedro López, ANSE (C)

En la zona occidental de Cartagena, en plena cantera romana, existe un bosque compuesto por numerosos sabinas moriscas o cartageneras (Tetraclinis articuladas) y una amplia variedad de flora nativa.

Este grupo vegetal que alude a la selva virgen cartagenera, comenzó a ser forjado por el ingeniero agrónomo cartagenero Ramón Navia hace unos 40 años, en una tierra apenas poblada de ejemplares de camarón. (silicio complejo), algunas muestras de masilla (Pistacia lentisco) y un poco más de espino negro (Rhamnus lycioides)en una zona de gran explotación animal.

Al constatar esta situación de despoblación y decadencia del bosque en la zona de Canteras Romanas y de la explotación familiar situada en su entorno, Ramón Navia decidió acometer un proyecto de reforestación que dio sus primeros pasos en 1984.

El ingeniero inició una investigación sobre lo que fue Cartagena hace siglos y su evolución, con el objetivo de recuperar el bosque primordial de Cartagena, hasta que encontró el libro de Mari Carmen Zamora en el que escribió su tesis doctoral “Usos tradicionales de los bosques comunales en la comarca del Campo de Cartagena: cómo se construye un desierto”, que le inspiró. A partir de allí comenzaron su recorrido por las montañas en busca de semillas para plantar y conocer los requerimientos de suelo que necesitaba cada especie. Actualmente ha creado un gran banco de semillas forestales y agrícolas.

Poco a poco, Ramón plantó y forjó este bosque con la ayuda y asesoramiento de diversas personas de ANSE y Viveros Muzalé, quienes también le facilitaron la planta, que en los primeros años procedía del antiguo vivero ICONA de Cartagena, hoy gestionado y recuperado. por ANSE.

El éxito de Tetraclinis articuladas en el bosque de sabinares de Ramón Navia.

Inicialmente se plantaron abundantes ejemplares de pino carrasco (Pinus halepensis) y sabina mora (tetraclinis articuladas) en la finca familiar de Ramón. Posteriormente, el bosque se complementó con otras especies y sotobosque, con el objetivo de generar un ecosistema completo y atraer biodiversidad animal, añadiendo especies como el lentisco. (Pistacia lentiscus), mirto (Myrtus comunis) madreselva (Lonicera caprifolium), vitex (Vitex agnus-castus)zarzaparrilla (Smilax áspera)efedra (Efedra fragilis),la ensaladera (Rhamnus alaternus)el olivo silvestre (Olea oleaster)el madroño (Arbutus unedo) y la palmera enana (Chamaerops humilis) entre muchos otros.

El apoyo de la ANSE favoreció la creación de nuevas plantaciones de enebro en el interior de la zona noroeste de las canteras, en los primeros años de ejecución del denominado «Proyecto Atabaire», precursor del actual Bosque Romano.

Los resultados fueron muy positivos; por ejemplo, el amanecer (Anthyllis cytisoides)que se extinguió en la zona, se recuperó y comenzó a reproducirse de forma natural, y lo mismo ocurrió en pocos años con el enebro mora, aunque se encuentra en suelos muy pobres y fuera del área potencial de distribución prevista en su momento por ciertos investigadores. .

“Lo interesante fue ver que al poco tiempo las plantas empezaron a reproducirse, que es lo que yo quería. Porque cuando plantas un árbol, es probable que algún día muera, pero si produce semillas y produce descendencia, la especie se mantiene y crece por sí sola.» comenta Ramón Navia, en la entrevista para ANSE.

La importancia de la biodiversidad en la lucha contra las plagas.

Estanque de vida silvestre. FOTO: Alicia Delicado, ANSE (C)

La generación de este bosque atrajo a invertebrados, polinizadores y muchas aves, creando un ecosistema más complejo, aumentando la biodiversidad. Gracias a estas aves también se han controlado insectos dañinos que afectan a plantas y cultivos. Además de las plantaciones, Ramón creó un estanque con agua para uso de la vida silvestre y numerosos nidos para aves insectívoras.

A partir de ahí, Ramón Navia inició la investigación sobre el control biológico de plagas de cultivos agrícolas, concluyendo que un ecosistema sano tiende a alcanzar un equilibrio natural, evitando así la superpoblación. Fue así como empezó a aplicar en el huerto estas soluciones que recomienda para evitar el abuso de insecticidas y pesticidas, y que dio a conocer a agricultores profesionales y aficionados a través de cursos y conferencias, algunos de los cuales coordina la ANSE y con la ANSE. asociación. colaboración de la Fundación Biodiversidad.

Finalmente, Ramón Navia sueña con que su finca sirva de modelo para la reforestación de otras zonas despobladas del campo cartagenero. “Me gustaría que este bosque se extendiera por todo el horizonte, para poder convivir con huertas y casas, realmente todo lo que se deforesta es negligencia por parte de los gobiernos” dijo Ramón Navia.

Asimismo, esta experiencia, así como otras desarrolladas con la colaboración de ANSE, vecinos de la zona y otras asociaciones como ARBA, ya han servido de modelo para las plantaciones del futuro corredor verde de la Selva Romana, que ampliará la superficie forestal. en torno a las Canteras Romanas. .

El bosque de sabinares de Ramón Navia, amenazado en repetidas ocasiones.

Ramón Navia con una Sabina cartagenera. FOTO: Alicia Delicado, ANSE (C)

Sin embargo, Sabinar ha enfrentado varias amenazas a lo largo de los años pero sobrevivió gracias a la resistencia de la comunidad local. En 2007, la revisión del Plan General de Ordenación Municipal de Cartagena, impulsada por el Ayuntamiento, propuso un desarrollo urbanístico de parte del área situada entre Molinos Marfagones y Canteras, lo que habría afectado gravemente al sabinar, pero la crisis inmobiliaria de 2008, denuncias de la ANSE y nulidades judiciales entre otras impidieron el cambio de clasificación urbanística.

Más recientemente, en 2020, distintas empresas fotovoltaicas y energéticas propusieron la instalación de varias plantas de energía solar en la zona, acción que quedó paralizada gracias a las protestas del movimiento vecinal y de la ANSE.

Actualmente, la revisión del Plan General de Ordenación Municipal (PGOU) de Cartagena prevé una banda de reserva para futuros sistemas de equipamiento, lo que podría implicar la construcción de una vía de alta capacidad que aseguraría la continuidad de un sistema general de comunicaciones a través de La Vaguada, afectando negativa y gravemente al corredor natural del bosque romano y a las propiedades agrícolas renaturalizadas al norte de las canteras romanas y al sabinar de Ramón Navia, con gran impacto ambiental y paisajístico.

La ANSE ya ha advertido al Ayuntamiento de Cartagena de las posibles consecuencias negativas de esta reserva del PGOU, y espera que se modifique el documento eliminando esta infraestructura, ya que existen alternativas con menor impacto ambiental y paisajístico en el mismo documento presentado a la información pública. . .

Él Proyecto “Bosque Romano”coordinado por el Ayuntamiento de Cartagena y en el que participan ANSE, ARBA y CETENMA, cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.



Fuente de la Noticia

Fuente de la imagen: www.asociacionanse.org

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