Salud: Sanidad inspecciona este verano las condiciones higiénico-sanitarias de las 204 piscinas públicas de la Comunitat

Consejos de salud. 27 de julio de 2024

Sanidad inspecciona este verano las condiciones higiénico-sanitarias de las 204 piscinas públicas de la Comunitat

Recordemos la necesidad de extremar precauciones y vigilancia por parte de menores y personas mayores para prevenir accidentes relacionados con el baño en playas y piscinas.

En las playas se deben respetar las normas de seguridad y obedecer siempre las indicaciones de los socorristas.


El Ministerio de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, está desarrollando un programa de vigilancia sanitaria de las piscinas públicas con el fin de proteger los riesgos para la salud humana derivados de su uso. Actualmente en la Región de Murcia existen 204 piscinas registradas de uso público.

La inspección y control de las condiciones higiénico-sanitarias de estas piscinas se realiza por el departamento de Salud Ambiental, con el objetivo de garantizar la óptima calidad del agua para el baño y el cumplimiento de la normativa de piscinas.

Además, esto incluye verificar que estas instalaciones cuenten con al menos un socorrista con experiencia acreditada en salvamento y primeros auxilios, quien deberá permanecer en la instalación durante todo el tiempo que la piscina esté abierta. Esta obligación, que no se aplica en otras comunidades autónomas, permite a la Región de Murcia ofrecer una mayor seguridad a los usuarios, lo que se traduce en la calidad turística de los establecimientos públicos y una menor accidentabilidad.

La gran cantidad de usuarios en las instalaciones, el intercambio de diversos objetos como toallas, peines, flotadores u otros aumentan el riesgo de transmisión de enfermedades y proliferación bacteriana, por ello se recomienda secar completamente la piel después del baño, especialmente entre los dedos de los pies. , para evitar la sedimentación de gérmenes. La piel lesionada puede ser la puerta de entrada de microorganismos al cuerpo, y las personas inmunocomprometidas corren un mayor riesgo de contraer enfermedades infecciosas en estas instalaciones que otros bañistas.

Asimismo, alrededor del 50 por ciento de las enfermedades que se contraen en la piscina, como otitis, faringitis, conjuntivitis o rinitis, se producen en las mucosas.

Las enfermedades gastrointestinales relacionadas con el uso de piscinas se deben a la ingestión de agua de natación contaminada. El 20 por ciento de los malestares adquiridos durante el baño se deben a problemas gastrointestinales. Las enfermedades infecciosas ligadas al uso de las piscinas se deben principalmente a una mala desinfección del agua de las instalaciones y/o de las superficies de la piscina y vestuarios.

El Ministerio de Sanidad recomienda que los menores vayan siempre acompañados en la piscina donde vayan a bañarse, que además debe contar con las medidas de seguridad adecuadas, como socorrista y/o valla perimetral, para que no puedan acceder a ella libremente. Deberán estar supervisados ​​en todo momento cuando estén en el agua o jueguen cerca de ella, y si el menor no sabe nadar o no nada bien, es necesario que se le coloque un chaleco salvavidas flotante.

Durante este período aumentan las actividades de ocio y deportivas en el agua, lo que aumenta el riesgo de ahogamiento y de lesiones graves, como traumatismos craneoencefálicos. Sanidad también aconseja abstenerse de nadar en zonas no autorizadas como piscinas, embalses, cursos de agua turbios por su peligrosidad y posible impacto sobre el medio ambiente.

Recomendaciones de playa

Es fundamental respetar las normas de seguridad en la playa y enseñar a los niños el significado de las banderas. Con menores siempre es mejor bañarse en playas vigiladas y respetar siempre las indicaciones de los socorristas. Las recomendaciones son similares para las personas mayores de 65 años, ya que representan el 35 por ciento de las personas que mueren por ahogamiento.

Sanidad insiste en la necesaria supervisión de los menores y el acompañamiento de las personas mayores en el mar, donde las corrientes marinas pueden ejercer fuerzas inesperadas, y sobre todo en la atención a las personas de todas las edades que presenten algún tipo de patología previa que requiera un especial control sanitario.

Por otro lado, consumir alcohol antes de nadar en la playa o piscina reduce la capacidad de reacción ante el peligro y puede fomentar conductas que pueden poner en peligro la salud.

Asimismo, nadar de noche en la playa es muy peligroso, porque en caso de accidente es más difícil pedir ayuda por la mala visibilidad y por no ser visto por nadie.





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