UMU: El Grupo Regional de Modelización Atmosférica revela que el clima es el principal impulsor de la variabilidad global de los incendios
Un estudio realizado por el Grupo Regional de Modelización Atmosférica de la Universidad de Murcia (UMU), publicado en la revista El futuro de la Tierra y enmarcado en el proyecto ONFIRE, logró cuantificar cómo y dónde afectan las variaciones climáticas al área quemada por los incendios.
Comprender cómo el clima afecta los incendios globales ha sido difícil debido a la falta de datos a largo plazo. Sin embargo, en la investigación de Gincheva y Turco, en colaboración con varios centros internacionales, este obstáculo se superó utilizando datos de alta resolución de los satélites de las dos principales organizaciones, la NASA y la ESA, para recopilar los datos espaciales disponibles durante un período de 21 años. (de 2001 a 2021). El estudio analiza la relación entre la superficie quemada (BA) y las condiciones climáticas mediante un modelo que utiliza el Fire Weather Index (FWI), que mide el peligro de incendio en función de factores como la temperatura, la humedad, el viento y las precipitaciones, así como precipitaciones y precipitaciones estandarizadas. . Índice de Evapotranspiración (SPEI), que evalúa el equilibrio entre precipitación y evaporación para indicar niveles de sequedad o humedad que afectan el riesgo de incendio.
Los resultados indican que el clima inmediatamente anterior a un incendio es fundamental, especialmente en las zonas más húmedas, porque influye directamente en el estado del combustible vegetal, es decir, de los materiales vegetales propensos a quemarse.
“Sin embargo, las condiciones de meses o años anteriores también pueden jugar un papel importante, especialmente en zonas más secas, porque determinan la abundancia de vegetación que puede ser quemada”, explica Andrina Gincheva, estudiante de doctorado en Biodiversidad y Gestión del Medio Ambiente. Programa UMU.
Marco Turco, coordinador de esta investigación, señala que, en gran parte del mundo, alrededor del 77% de las superficies terrestres susceptibles de sufrir incendios, casi el 60% de las variaciones en las superficies quemadas de un año a otro se deben directamente a las variaciones climáticas anuales, lo que indica que existe una relación clara entre la incidencia de incendios y la variabilidad climática.
El estudio cuenta con la participación de varios investigadores de instituciones españolas, entre ellas la Universidad de Murcia y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). A nivel regional, la investigación aporta información valiosa sobre cómo afecta el clima a los incendios en diferentes regiones de España. Asimismo, el estudio destaca que, en zonas más áridas, como la Región de Murcia, la variabilidad interanual de la superficie quemada no se explica del todo por el clima, lo que sugiere que otros factores, como las actividades, los recursos humanos o la gestión territorial, pueden jugar un papel importante. role.
Estos resultados proporcionan una indicación clara de dónde centrar los esfuerzos de mitigación y la investigación adicional para comprender y gestionar mejor las áreas afectadas por incendios en condiciones climáticas cambiantes. El predominio del clima en la variabilidad de las áreas quemadas presenta un desafío porque limita la efectividad de las estrategias de manejo frente a una variabilidad climática incontrolable. Esto pone de relieve la necesidad urgente de prácticas de gestión adaptativas que puedan mitigar los riesgos asociados con los cambios en los regímenes de incendios.
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